"Los ciberriesgos son cambiantes y cada vez más difíciles de prever. Lo que sí está en manos de las empresas es protegerse para reducir al mínimo los daños ocasionados y minimizar sus consecuencias con hábitos concretos, conocidos como higiene digital o ciberhigiene.
Ciberhigiene:
✓ Establecer políticas sobre el uso de dispositivos en la oficina y en movilidad, incluyendo el acceso remoto a equipos o servidores.
✓ Habilitar un sistema de acceso a la información limitado, en el cual cada trabajador cuente con los permisos para consultar y disponer de la información.
✓ Asegurar el uso de contraseñas robustas e individuales, que se cambien con frecuencia y no se compartan ni reutilicen.
✓ Implementar procesos de formación y educación para que todos los empleados sean conscientes de los ciberriesgos. Hay que recordar que cualquier empleado puede ser víctima de un ciberataque.
✓ Poner en marcha políticas de uso y acceso a la información, así como medidas para protegerla.
✓ Disponer de un sistema de copias de seguridad blindado. Las copias en disco en local, NAS, externas, etc. son lo primero que encriptan para evitar que se puedan salvar.
✓ Mantener los equipos actualizados, incluyendo el software y los antivirus.
✓ Siempre que sea posible, tener un sistema de autenticación en dos pasos.
✓ Contar con programas de protección como antivirus y cortafuegos.